Nada me pertenece. Nada es mío y al mismo tiempo todo podría serlo. No espero nada. No guardo nada. No hay objetos, ni recuerdos. No hay nombres, ni dueños. Me despojo de todo. No porque no importa, sino porque no me pertenece. Si no me aferro a lo que creo que tengo, no puedo perderlo. No hay ausencias y las partidas no duelen. No hay falta. No puede faltar lo que no tengo. Y así, sólo me quedo con mi respiración. Sólo me tengo. Sólo tengo lo que hay adentro. Y nada más. Bienvenido sea lo que acompaña. Pero sin apego.
Tips Cantik Alami Wanita Indonesia
Hace 9 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario