Tiempo

Caemos en la cuenta del tiempo. El tiempo que falta, el tiempo que queda. Se acerca lo inevitable y con paso firme se hace presente. Está entre nosotros. En nuestros pensamientos y especialmente en lo que no se deja decir. Toma forma, no da tregua y se acerca. Ya no quedan barreras que nos puedan proteger de ello. Pero no me asusta, porque tiempo es lo que sobra... Es que te doy todo el que tengo.

Vivir sin apego

Nada me pertenece. Nada es mío y al mismo tiempo todo podría serlo. No espero nada. No guardo nada. No hay objetos, ni recuerdos. No hay nombres, ni dueños. Me despojo de todo. No porque no importa, sino porque no me pertenece. Si no me aferro a lo que creo que tengo, no puedo perderlo. No hay ausencias y las partidas no duelen. No hay falta. No puede faltar lo que no tengo. Y así, sólo me quedo con mi respiración. Sólo me tengo. Sólo tengo lo que hay adentro. Y nada más. Bienvenido sea lo que acompaña. Pero sin apego.

Lost and found

No estaba buscando, pero me encontraste. Y sin saberlo, yo encontré más de lo que hubiera pedido. Ahora inventamos historia y palabras. Historias de gigantes, torbellinos y besos a escondidas. Sin miedo a lo que fue, ni a lo que puede ser.

Suerte de encontrarnos.

Veo

Todos los días podemos apostar de nuevo. Animarnos a dar más. En algún punto, el resultado es anecdótico. Podemos ganar, podemos perder. Pero al intentarlo, nos sentimos vivos. Somos libres. Y le ponemos fe.
Y es que si ves algo raro en mis ojos, no lo dudes... es que estoy apostando de nuevo.

Feliz con poco

Sí, soy feliz con poco. Lo admito. Me enorgullece. Y lo disfruto.

Soy feliz agradeciendo la familia que me tocó en suerte. Soy feliz compartiendo un mate con una amiga. Soy feliz con un beso bien puesto. Soy feliz disfrutando de mi casa con mi gente. Soy feliz escuchando buena música. Soy feliz meciéndome en una hamaca paraguaya sin nada para hacer. Soy feliz cuchareando con alguien especial. Soy feliz con un café y un pucho. Soy feliz en el pasto echada al sol. Soy feliz dándole una mano a quien lo necesite. Soy feliz con una buena charla. Soy feliz con una buena risa. Soy feliz pensando la buena gente que me rodea. Soy feliz viendo en lo convertí mi lugar. Soy feliz trabajando de lo que me gusta. Soy feliz reconociendo mis logros, mis derrotas y todo lo que aprendí en el medio.

Soy feliz con poco. No necesito grandes cosas.

Saber y sentir

Estuve mucho tiempo en penumbras. Aferrada a historias, recuerdos y promesas que ya no existían. Logré ver destellos de luz, que desaparecieron tan pronto como habían aparecido. Cuestioné mi estabilidad y mi inestabilidad, que eran la misma cosa. Creí por momentos que nunca iba a ser la misma. Hasta que entendí que no soy la misma, ni lo seré. Pero que está bien que así sea.

Todas las historias nos dejan algo. Nos enseñan a amar, nos enseñan a confiar, nos enseñan a construir y también nos enseñan a perder. No somos los mismos. Sabemos que se puede perder, pero también que se puede ganar. Sabemos que tenemos la capacidad de amar, confiar y contruir. Y lo más importante, sabemos que si fuimos capaces de hacerlo una vez, somos capaces de hacerlo de nuevo. Eso estoy aprendiendo ahora. Porque aprender es saber... y sentir.

Serendipity

Hay muchas cosas que no sé. No sé calmar la ansiedad. No sé callar las voces en mi cabeza que se preguntan todo el tiempo si esto es real. No sé cómo es que esto pasó. No sé vencer los miedos. No sé si voy a saber construir. No sé ser paciente. No sé cómo decir algunas cosas.

Pero hay una cosa que sí sé. Sos mi serendipity.

El niño interior

¿Cuál es la lógica de que cuando algo pasa a estar explícitamente fuera de nuestro alcance, se vuelve automáticamente más deseado?

Peace... at last

Tanta paz. Tanta felicidad. Tanto bienestar. Tanto equilibrio.
¿Por qué será que cada tanto nos sorprende cuando todo va muy bien?
¿Es que nos acostumbramos a la queja y la insatisfacción? ¿A que algo nos desvele, a que algo nos angustie?

Sólo disfrutemos profundamente de lo que la vida tiene para nosotros.
Ojos cerrados. Sonrisa amplia. Y el corazón lleno de agradecimiento.

Es tiempo...

No se vive de historias antiguas. Tampoco de lugares que ya no existen, ni de recuerdos. De lo que fue, de lo que no pudo ser. No se vive de egos heridos, ni de anclas. Cada uno hace lo que puede. Cada uno se toma un tiempo para llorar, si quiere. Y un tiempo para doler, si puede. Mientras tanto, el tiempo pasa. De vez en cuando la historia antigua se desentierra. Se sacude, se desempolva, y parece que fuera ayer. Ayer que cerré tras de mi esa puerta de ese lugar que ya no existe. Pero no fue ayer, ni anteayer. Y aunque cada tanto me encuentre anclada a lo que ya no es, gritando aunque ya no sepa ni qué decir, el tiempo sigue pasando. La historia se sigue escribiendo y otros lugares empiezan a existir.

Es tiempo de que me cargue al hombro mi ego herido y reconozca que ya sé vivir sin vos. Que aunque sienta que a veces me cuesta más que a vos, la historia antigua se queda en el pasado, junto a los recuerdos. Y hoy soy yo.

Tu sangre, mi sangre

Tu noche es mi día, tu día mi noche. Tierras y océanos nos separan pero nuestros corazones laten a ritmo. El ritmo de la sangre. Cuando tus ojos se cierran a las estrellas, los míos te piensan, te extrañan, te recuerdan. Se imaginan tu rostro ante los nuevos sabores, aromas y colores. Tu rostro al aprender. Miles de cosas. Aprende arte, aprende amor. Diferencias y experiencias. Cuando le toque a mis ojos cerrarse y soñar que atraviesan tierras y océanos, sentirás mi mano en tu hombro, mi beso en tu rostro, mi amor en tu corazón. Que late. Al mismo ritmo que el mío. El de la sangre.

Yo camino

Empecé a recorrer un nuevo camino. Di los primeros pasos con temor. Temor a lo desconocido. No saber si podría dar esos pasos. Si podría recorrerlo sola. Cómo arrancar, cómo avanzar, qué atajos tomar, dónde cambiar de senda y cuándo pegar la vuelta.

Pero ya no tengo miedo y descubrí que puedo hacerlo sola. Y lo mejor de todo, lo disfruto. Camino sola porque así lo quiero. Así lo elijo. Avanzo con seguridad y espero con alegría todo lo que está por venir.

Si tan solo me vieras, no me reconocerías. Porque yo no me reconozco.

La hermanita viajera

Una aventura te espera. Fantasías e ilusiones se agolpan en tu mente y cuesta respirar. La emoción te empaña los ojos y te quiebra la voz. Los preparativos a veces abruman. Y los consejos a veces son demasiados. Pero has tenido la capacidad de disfrutar cada paso. Ya cosechas frutos.

Paso firme, ojos bien abiertos, mente y corazón. Aquí y ahora.

No serás la misma al volver. Los que nos quedamos sólo ansiamos el fuerte abrazo de tu regreso.

Había una vez

Una mujer. Un pensamiento. Confusión. Angustia. Miedo. Delirio. Más angustia y más miedo.
Un quiebre. Un cambio. Un suceso. Nada va a volver a ser lo mismo. O sí. No sé. Y menos vos.
Espero que te encuentres para poder volver.

Qué delgada...

... la línea entre la cordura y la locura. Si pensando las mismas cosas, teniendo los mismos miedos, criticando las mismas estructuras, algunos seguimos funcionales insertos dentro del sistema, mientras otros se pierden en si mismos... ¿qué es lo que nos mantiene "a salvo"?

Somos

Somos un conjunto de sistemas. Que a su vez es un conjunto de órganos. Que a su vez es un conjunto de tejidos. Que a su vez es un conjunto de células. Que a su vez es un conjunto de moléculas. Que a su vez es un conjunto de átomos.

Alguna vez fuimos un deseo (de otro) que se convirtió en ser. Ese ser se nutrió de otros deseos de otros. Hasta que algún día pudo escuchar su propio deseo. Y tal vez no supo separar su deseo del deseo ajeno. ¿Cómo saber qué es lo que se quiere y lo que no se puede querer de otra forma?

Somos todas las experiencias que vivimos, las personas que conocimos, lo que tuvimos y lo que nos faltó. Somos lo que amamos, lo que aprendimos, lo que dolió y lo que nos hizo felices. Somos nuestra profesión. Nuestro trabajo. Nuestro nombre. Nuestra historia.

Somos tantas cosas y al mismo tiempo nada. Somos todos y nadie. Somos lo que somos y lo que podemos ser. Y somos... así... casi sin esfuerzo.

Las tres Fs

Hace unos días alguien muy cercano nos dio un gran susto, lo que me llevó a pensar en la fugacidad y la fragilidad de la vida. Como de un momento a otro, todo puede cambiar para siempre. Proyectamos y nos llenamos de planes. Dejamos cosas para mañana, sin saber qué nos espera mañana o incluso si hay mañana.

Sólo por esta razón deberíamos ocuparnos seriamente de buscar la tercer F: felicidad. No como un estado de ánimo, sino como un estado permanente. Dar, recibir, amar, estar, aprender, crecer, sonreir, perdonar, estar en paz con nuestro entorno y con nosotros mismos. Hacer todo lo que haga falta para hacer felices a los que nos rodean. Y así ser nosotros realmente felices. Creo que no es muy difícil, no?

Memoria selectiva

El tiempo pasa y los rostros se desdibujan. Se van olvidando las heridas, las desilusiones, las traiciones. Y van quedando los lindos recuerdos, los momentos especiales, las promesas. A la distancia somos todos muy maravillosos. Se me ocurre que es un mecanismo de defensa, para no vivir una vida de resentimiento. Pero al mismo tiempo, ¿cómo se guardan todos esos recuerdos en una cajita y se sigue adelante?

Por muy larga que sea la noche, el amanecer llegará *

Todas las rachas tienen un final. Incluso las de días negros. O mejor dicho, especialmente las de días negros. Muchas veces nos toca a nosotros darnos cuenta cuándo parar. A veces podemos hacerlo solos, otras veces, necesitamos un empujoncito de afuera.
Hoy me dieron un empujoncito a mi. De la manera menos esperada, la persona menos esperada (he aquí la maravillosa capacidad que tiene la vida de sorprendernos en cada esquina). El empujoncito me hizo ver que he pasado tanto tiempo lamiéndome las heridas que, no sólo que no cicatrizan, sino que se me están pasando otras cosas frente a los ojos. Como casualmente comentó alguien que pasó por acá, quizá sea tiempo de levantar "la vista del ombligo".

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* Proverbio africano

Usa protector solar *

Señores y señoras, usen protector solar.

Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: usen protector solar. Los científicos han comprobado sus beneficios a largo plazo mientras que los consejos que les voy a dar, no tienen ninguna base fiable y se basan únicamente en mi propia experiencia.

He aquí mis consejos:

Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud. No me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que no se haya marchitado. Pero créeme, dentro de veinte años, cuando en fotos te veas a ti mismo comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad. No estás tan gordo como imaginas.

No te preocupes por el futuro. O preocúpate sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de ésos que te sorprenden a las 4 de la tarde de un martes cualquiera.

Todos los días haz algo a lo que temas.

Canta.

No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres que la gente juegue con los tuyos.

Relájate.

No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde. La competencia es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo.

Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo hacerlo).

Guarda tus cartas de amor. Tira los viejos extractos bancarios.

Estírate.

No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres de la vida. Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida cuando tenían 22 años. Es más, algunas de las personas más interesantes que conozco tampoco lo sabían a los 40.

Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas. Sentirás la falta que te hacen cuando te fallen.

Quizá te cases, quizá no. Quizá tengas hijos, quizá no. Quizá te divorcies a los 40. Quizá bailes el vals en tu 75º aniversario de bodas.

Hagas lo que hagas no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Optarás por una cosa u otra, como todos los demás.

Disfruta de tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas. No tengas miedo, ni te preocupes por lo que piensen los demás porque es el mejor instrumento que jamás tendrás.

Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa.

Lee las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza, para lo único que sirven es para hacerte sentir feo.

Aprende a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén.

Llévate bien con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado y, probablemente, serán los que te acompañen en el futuro.

Entiende que los amigos vienen y se van pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño.

Esfuérzate por no desvincularte de algunos lugares y costumbres porque, cuanto más pase el tiempo, más necesitarás a las personas que conociste cuando eras joven.

Vive en una ciudad alguna vez pero múdate antes de que te endurezcas. Vive en un pueblo alguna vez pero múdate antes de que te ablandes.

Viaja.

Acepta algunas verdades ineludibles: los precios subirán, los políticos mentirán y tú también envejecerás. Y, cuando seas viejo, añorarás los tiempos en que eras joven: los precios eran razonables, los políticos eran honestos y los niños respetaban a los mayores.

Respeta a tus mayores.

No esperes que nadie te mantenga. Tal vez recibas una herencia, tal vez te cases con alguien rico pero nunca sabrás cuánto durará.

No te hagas demasiadas cosas en el pelo porque cuando tengas 40 años parecerá el de alguien de 85.

Sé cauto con los consejos que recibes y ten paciencia con quienes te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia. Dar consejos es una forma de sacar el pasado de la basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo dándole más valor del que tiene.

Pero hazme caso... en lo del protector solar.

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* "Wear Sunscreen" es el nombre común de un ensayo titulado "Advice, like youth, probably just wasted on the young" escrito por Mary Schmich y publicado por el Chicago Tribune en 1997. La forma más conocida de este ensayo es el video "Everybody's Free (To Wear Sunscreen), lanzado en 1998 por Baz Luhrmann. Aquí una versión subtitulada.

Que alguien me explique

¿Cómo se hace para...
... crecer?
... perdonar lo que duele y recordar lo importante?
... amar incondicionalmente?
... conocerse a uno mismo, reconociendo lo que es ajeno?
... vivir siempre en el presente, aprendiendo de lo vivido?
... darse cuenta de qué es lo que uno realmente necesita para ser feliz y qué es lo superfluo?
... estar siempre despierto para ver las señales?
... ser libre?

Qué bueno es encontrarse

El otro día (antes que nada, una aclaración: esta es una expresión que utilizo con frecuencia pero que carece absolutamente de sentido, dado que "el otro día" puede ser tanto ayer como hace cinco años)...

... retomando... el otro día, estaba pensando en la antítesis perder-encontrar. Mejor dicho en perderse-encontrarse. Podría estar haciendo referencia a muchas situaciones, incluyendo literales y metafóricas (de éstas últimas hay más). Pero en particular estaba pensando en cómo muchas veces nos quedamos aferrados a algo/alguien. Puede ser cualquier cosa.. una relación, una amistad, un trabajo, una casa, un objeto. En este sentido, estamos perdidos en otro tiempo, en otra situación, prácticamente en otra vida: ya no tenemos esa relación, o ese amigo, o ese trabajo, o esa casa, o ese objeto. Recién cuando logremos seguir adelante, desprendernos, dar vuelta la página, cerrar esa puerta, nos vamos a encontrar. Con ambos pies bien firmes en el presente y los ojos hacia el futuro. Y qué bueno es encontrarse!

Cimi: deja ir las cosas. Entrega lo que te limita.

Mensaje de bienvenida

Hace tiempo que andaba con ganas de crear este espacio. Y finalmente lo hice, sin haber decidido a qué lo voy a dedicar (oh! alta traición a mi ser-estructurado). Calculo que, como su nombre lo indica, será "una experiencia interior purificadora, de gran significado interno" (wikipedia dixit). O tan sólo un refugio para todo lo que se me cruce por la cabeza. Vamos viendo...

Como decía una profesora mía de hace unos cuantos años: "Sigamos viaje..."